Carta del ELN a encuentro de plataformas y organizaciones sociales por la paz

Aceptamos gustosos su invitación para exponer nuestras reflexiones en torno a lo que consideramos que debe ser la participación de la Sociedad en el actual proceso de paz, como elementos que aportan a las organizaciones populares y sociales y a sus comunidades.


Señoras y señores:

 Plataforma Colombiana de Derechos Humanos -Democracia y Desarrollo -Coordinación Colombia Europa Estados Unidos -Alianza de Organizaciones Sociales y afines -Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz –Colombianas y Colombianos por la Paz-Movimientos de Víctimas de Crímenes de Estado –Movice-Comunidades Construyendo Paz en los Territorios -CONPAZ-Diálogo Intereclesial por la Paz – DiPaz-

El Comando Central del ELN, extiende a ustedes respetuoso saludo y les desea los mayores éxitos en su trabajo.

Aceptamos gustosos su invitación para exponer nuestras reflexiones en torno a lo que consideramos que debe ser la participación de la Sociedad en el actual proceso de paz, como elementos que aportan a las organizaciones populares y sociales y a sus comunidades.

Este punto de vista, hace parte de nuestra manera de ver los procesos de lucha y la participación en ellos de todas las expresiones revolucionarias, populares y sociales que participan o deben participar, en el logro de los cambios profundos que requiere Colombia.

Dentro de esa visión de los procesos, el ELN se identificó a plenitud con el pensamiento de Camilo Torres en la creación del Frente Unido y su pensamiento de la unidad de los revolucionarios y demás luchadores.

Guiados por dicho espíritu, impulsó luego y participó en la creación de la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar; planteó y trabajó por el fortalecimiento de la Convención Nacional y está convencido de la urgencia de una organización o coordinadora popular y social que aglutine todas las expresiones que luchan por la paz con los cambios que requiere Colombia.

En tal sentido saludamos siempre los llamados y esfuerzos a la convergencia, la unión y la coordinación de todas las luchas de las y los colombianos.

Todo lo anterior porque estamos convencidos que sin esos niveles de unidad, no es posible tener la fuerza necesaria para generar los cambios y transformaciones que necesita Colombia.

Dentro de lo expuesto arriba, estamos convencidos que si tales niveles de participación y organización no se expresan y articulan al actual proceso de paz, los resultados de este serán demasiado pobres.

Esta manera de ver el proceso de paz se fundamenta en la naturaleza política del conflicto que padece Colombia y que envuelve a la sociedad entera; por ello nadie puede reemplazar a la sociedad en esa magna tarea de plantearse y organizarse para superar dicho conflicto, la sociedad no va a delegar ni en la insurgencia ni en el gobierno las tareas de un proceso de paz del tamaño que Colombia requiere.

Lo anterior no niega que insurgencia y gobierno establezcan diálogos tal como se está haciendo, pero ello no presupone que las partes lo definan todo en la resolución del conflicto porque no se trata de pacificar el país o lograr silenciar los fusiles, sino crear las bases de un país que supere las causas que originaron el conflicto, que sea incluyente y en el que las mayorías definan su futuro como sujeto que es y como corresponde a una verdadera democracia.

Estamos profundamente convencidos que si la sociedad no asume y participa de manera protagónica en el proceso de paz desde ahora y no para la posteridad, el proceso fracasa y no podemos permitírnoslo.

No pretendamos que en unos meses o incluso en un par de años, haya culminado el proceso de paz, aún falta diseñarlo, existen propuestas indispensables de consensuar porque la paz es un asunto de todas y todos.

El ELN ve con mucha simpatía las propuestas y los esfuerzos que las organizaciones populares y sociales, la academia y los intelectuales están diseñando para la paz, pero solo ganando consenso con todas las otras propuestas que surjan o que ya existen y armonizándolas entre sí, sin exclusiones, asumiendo como base de las soluciones lo que hoy son las dificultades, podremos evitar que los naturales conflictos del desarrollo en la vida de las sociedades, nos lleven de nuevo a reemplazar el dialogo y el intercambio por el enfrentamiento fratricida, como nos está ocurriendo desde hace casi un siglo de manera ininterrumpida.

La gigantesca tarea de la paz requiere de una pedagogía parida por las mismas comunidades y sus organizaciones, porque desafortunadamente los medios de información actuales por su misma naturaleza, no tienen condiciones de lograrlo. Pero si dicha pedagogía se convierte en fuerza y ley para la paz, esos medios y otros que deben surgir en el proceso mismo, pueden aportar.

¿Quién más que los Campesinos colombianos pueden plantear el problema de la tierra y definir propuestas para resolverlos?.

Son los estudiantes los maestros y académicos junto a los padres de familia, quienes deben diseñar los programas educativos.

Los trabajadores minero energéticos junto a las comunidades de las regiones mineras son quienes mejor pueden levantar propuestas en torno a tan importante asunto para que el país entero lo debata y apruebe.

Las víctimas del Conflicto no pueden ser espectadoras en una propuesta de justicia en Colombia luego de todo el genocidio vivido, tenerlas en cuenta en primer lugar es indispensable y ello implica que sus propuestas estén en primera línea. Sin Verdad Justicia y reparación no habrá paz.

Así como estos ejemplos, podemos seguir precisando de donde deben salir las propuestas en el proceso de paz.

Al ELN le cabe el país en la cabeza, sin embargo tales conocimientos los hemos adquirido del constante roce social con el pueblo y la sociedad, allí está la sabiduría, por eso ella tiene la palabra y unido a dicho esfuerzo irá nuestro modesto aporte.
Una verdadera salida política al actual conflicto hace indispensable la justicia y la equidad social, la democracia y la Soberanía, todo ello es la verdadera paz y el futuro para Colombia.

Por el Comando Central del ELN
Nicolás Rodríguez B.

Montañas de Colombia – Marzo 6 de 2015