Carta de Iván Cepeda en la que propone un candidato único de izquierda

El día de ayer el representante a la Cámara Iván Cepeda, envió una carta a los diferentes partidos políticos de izquierda en los que invita a las diferentes fuerzas de izquierda a unirse, para así proponer un candidato único de la izquierda colombiana a las elecciones presidencia 2014 – 2018 y listas únicas para las elecciones del Senado y de la Cámara.


Bogotá D.C., 26 de noviembre de 2013.

Respetadas y respetados:

Clara López Obregón
Polo Democrático Alternativo

Jorge Enrique Robledo
Polo Democrático Alternativo

Aída Avella
Unión Patriótica

Ómer Calderón
Unión Patriótica

Piedad Córdoba Ruiz
Marcha Patriótica

Carlos Lozano Guillén
Partido Comunista Colombiano

Antonio Navarro Wolff
Movimiento Alianza Verde

Feliciano Valencia
País Común

Apreciadas amigas y apreciados amigos:

El 13 de junio de este año, dirigimos a la mayoría de ustedes una comunicación en la que hicimos un llamado a la convergencia de las izquierdas y de los sectores democráticos para conformar un frente amplio que pudiera asumir el reto de una eventual transición a la paz y a la democracia en Colombia. En esa oportunidad, llamamos la atención acerca de que éste, tal vez como ningún otro, es el momento histórico de la unidad para forjar el cambio y la renovación.

Valoramos las recientes expresiones afirmativas que ustedes y sus formaciones políticas han hecho en este sentido. No obstante, volvemos hoy, ante la premura que marca el calendario electoral, a instarlos a tomar las iniciativas conducentes para que nos presentemos con listas únicas para las elecciones del Senado y de la Cámara, y con una sola candidatura presidencial.

La configuración del escenario para la estructuración de una opción de cambio y renovación emerge como la posibilidad real en la política colombiana. La transición que implicaría la eventual firma de acuerdos políticos entre el Gobierno Nacional y las FARC, así como con el ELN, es una oportunidad sin antecedentes en la historia reciente.

Es la primera vez en muchos años que, de manera simultánea, los proyectos políticos presentados a la contienda electoral por las fuerzas de los partidos tradicionales y de derecha se debilitan mutuamente. La candidatura para la reelección del presidente Santos es apenas competitiva: su preferencia electoral gravita alrededor del 25% en las encuestas de los últimos meses.

Por otra parte, el movimiento Uribe Centro Democrático no tiene un candidato bien perfilado, al tiempo que los vientos de la opinión pública soplan en sentido opuesto a los tambores y los gritos destemplados de guerra, con los cuales la extrema derecha llama a mantener el país anclado en la muerte, la desolación y las violaciones generalizadas de los derechos humanos. Las pocas posibilidades del proyecto uribista han condenado a su candidato presidencial a niveles poco competitivos que oscilan entre el 10% y el 15% en las últimas encuestas.

Las fuerzas de la política tradicional sumadas, con dificultad, lograrían movilizar un 40% del electorado en primera vuelta. El proyecto del presidente Santos está limitado por los altos niveles de imagen negativa que lo caracterizan desde hace más de un año, y el proyecto uribista, por la incompetencia de su candidato y su propuesta política atrasada y contraria a las esperanzas y expectativas de la sociedad colombiana.

Entre un 30% y 40% del electorado podría ser conquistado hoy por un proyecto político capaz de interpretar las dificultades y angustias de las mayorías nacionales, que en el Congreso defienda y contribuya a refrendar los acuerdos de paz, y que pueda presentar una candidatura con opción de poder a la Presidencia de la República.

Las definiciones en la actual coyuntura podrían prefigurar el tablero político, con lo cual se iniciaría el proceso de transición, en el que se definirá si transitamos hacia un conservadurismo, autoritario y centralista, propuesto por las fuerzas de los partidos tradicionales y de derecha, o si abrimos las compuertas del cambio y la renovación, para la construcción de la democracia participativa, deliberante y pluralista que merece nuestro pueblo; la soberanía nacional negada por siempre; la estrategia de desarrollo económico que privilegie el papel estratégico del Estado y del mercado interno; la política social que busque acabar la oprobiosa y vergonzosa desigualdad.

Los invitamos a construir, con imaginación, un procedimiento para hacer posible la convergencia política que hoy es imperativa. No podemos, ni debemos desperdiciar esta oportunidad en la cual se abre ante nosotros una coyuntura de cambio, como antesala de un giro histórico para la sociedad colombiana.

Atentamente,

Iván Cepeda Castro
Alirio Uribe Muñoz

Vamos por los Derechos