Carta Abierta a las FARC

Es la práctica y la acción revolucionaria, la que nos llevará a constatar si las salidas que encuentra cada fuerza u organización para enfrentar los retos que nos impone la lucha, son o no acertadas, en ese camino maduramos y encontraremos los aciertos para la construcción de una Colombia soñada para todos.


Compañeros del Secretariado, del Estado Mayor Central y demás integrantes de las FARC.

A todas y todos ustedes nuestro fraternal abrazo y seguirles deseando éxitos en el camino emprendido de convertirse en una organización o Movimiento político legal, tal como lo consigna el reciente acuerdo entre ustedes y el gobierno nacional.

En reciente pronunciamiento a través de nuestro periódico oficial INSURRECCIÓN, hemos expresado de manera franca, que respetamos pero no compartimos la esencia de dichos acuerdos.

Nuestro último congreso de finales de 2014 definió por consenso las lineas dentro de las cuales nuestra delegación desarrolla los diálogos con el gobierno del presidente Santos; luego de arduas discusiones entre nuestra delegación y la del gobierno, existe una agenda hecha pública el pasado 30 de marzo.

Además del contenido de la agenda, donde son claras las diferencias con ustedes, nuestro Magno evento clarificó que los diálogos con el gobierno del presidente Santos son de carácter exploratorio debido a que no vemos clara la voluntad de paz del gobierno nacional, que nos permita desde ya trazar una ruta definitiva hacia la paz de Colombia.

Así mismo hemos expresado públicamente y con claridad, que desde hace más de 23 años buscamos a través de los diálogos con los gobiernos de turno, una salida política al conflicto porque estamos profundamente convencidos que el futuro y destino de Colombia no puede ser la guerra.

Desafortunadamente en ninguno de esos gobiernos, hemos visto voluntad real para buscar la paz y contrario a ella hemos constatado la intención de desarmar las guerrillas sin que a cambio, exista la real voluntad de pactar acuerdos que pongan fin a las causas que originaron el conflicto político social y armado que desangra a la sociedad excluida del poder, siendo ella la inmensa mayoría de las y los colombianos.

Siempre hemos dejado claro que ese esfuerzo de buscar la paz, no es porque valoremos que el alzamiento armado no esté vigente, sino porque nuestras convicciones nos hacen buscar los caminos del entendimiento y las soluciones dialogadas, debido a que no somos amantes de la guerra; esta la aceptamos como el último recurso al que la clase en el poder nos ha obligado y mientras esto no cambie seguiremos asumiendo el derecho a la rebelión.

Valorando que en estas formas de apreciar la realidad tenemos diferencias, estamos convencidos que ello no debe ser motivo para que los niveles de unidad necesarios entre revolucionarios y luchadores populares, se afecten y menos que se rompan.

Es la práctica y la acción revolucionaria, la que nos llevará a constatar si las salidas que encuentra cada fuerza u organización para enfrentar los retos que nos impone la lucha, son o no acertadas, en ese camino maduramos y encontraremos los aciertos para la construcción de una Colombia soñada para todos.

En este momento, más allá de la particular coyuntura, es vital que los verdaderos dirigentes populares trabajen por el fortalecimiento del Movimiento de masas, aglutinando todas las vertientes de la verdadera oposición política nacional donde la madurez logre deponer las conductas vanguardistas y hegemonistas, que tanto daño causan al movimiento popular.

Solo una verdadera fuerza organizada de las masas, hará posible la lucha por una auténtica paz para Colombia.

Finalmente a ustedes compañeros y compañeras de las FARC les deseamos los mejores éxitos en el camino escogido y nos seguirnos encontrando en los distintos espacios en que la lucha popular y revolucionaria nos coloque.

Con aprecio revolucionario,

Nicolás Rodríguez B.

Agosto 29 de 2016