Asesinados Walter Alberto Imbachi Guaca y Romulo Noguera,

Nuestra Constancia ante las recientes ejecuciones de WALTER ALBERTO IMBACHI GUACA y ROMULO NOGUERA, perpetradas por unidades militares que se hicieron pasar como efectivos de las estructuras de tipo paramilitar en el municipio de Bolívar, departamento del Cauca


Bogotá, D.C. Abril 28 de 2006

Doctor
FRANCISCO SANTOS

Vicepresidente de la República

Doctor
SABAS PRETEL DE LA VEGA

Ministro del Interior

Doctor
MARIO IGUARAN

Fiscal General de la Nación

Doctor
EDGARDO MAYA VILLAZON

Procurador General de la Nación

Doctor
WOLMAR PEREZ

Defensor Nacional del Pueblo


Referencia: ASESINADOS WALTER ALBERTO IMBACHI GUACA y ROMULO NOGUERA,

“Ahora mandan los insolentes y los violentos, es un tiempo de crisis…” 1 Macabeos 2,49

Reciban un respetuoso saludo

Nuestra Constancia ante las recientes ejecuciones de WALTER ALBERTO IMBACHI GUACA y ROMULO NOGUERA, perpetradas por unidades militares que se hicieron pasar como efectivos de las estructuras de tipo paramilitar en el municipio de Bolívar, departamento del Cauca

* Jueves 6 de abril, el campesino WALTER ALBERTO IMBACHI GUACA, habitante del caserío Florida Alta, del corregimiento de San Lorenzo, municipio de Bolívar, Cauca, aproximadamente a las 5:30 p.m. luego de cosechar café en la vereda San Antonio El Silencio de este mismo municipio, regresó a su casa de habitación en compañía de su esposa ANA GRACIELA ORDOÑEZ SILVA.

Unos minutos después de descansar y cenar después de las 6:00 p.m. se dirigió a donde su vecino ROMULO NOGUERA, con el fin de arreglar una motocicleta.

Extrañamente, pues no es su costumbre, WALTER ALBERTO no regresó a su casa. A primera hora de la mañana vecinos del caserío expresaron que en la noche anterior el ejército llevaba consigo a dos personas hacia el sitio denominado La Cuchilla.

Aproximadamente a las 7:00 p.m campesinos fueron abordados por cinco personas vestidos con prendas militares, armas largas, cabello corto, quienes se identificaron como integrantes de grupos paramilitares, del Bloque Calima. A algunos de ellos los retuvieron, los amenazaron y le ordenaron irse con la moto apagada y le exigieron continuar su camino con las luces apagadas y encerrarse en la casa.

Alguno de estos pobladores observó la casa de ROMULO NOGUERA totalmente a oscuras. Pasadas las 6:00 horas en medio de la orden de encerrarse en la casas, proferidas por los uniformados, los campesinos fueron testigos de cómo llevaban a WALTER, a ROMULO vestidos de civil, con pasamontañas y la moto de este apagada en dirección al sitio denominado La Cuchilla, caserío Florida Alta, corregimiento de San Lorenzo, distante a pie a unas tres horas.

Tenderos del lugar, minutos antes de que los campesinos fueran trasladados hacia La Cuchilla de acuerdo con versiones de testigos, los uniformados ingresaron a los establecimientos, se presentaron como militares regulares, dieron la orden de apagar las luces y cerrar el establecimiento. Cuando alguno de estos se negaron, los uniformados los amenazaron.

Aproximadamente a las 1O:45 p.m. vecinos del lugar escucharon una ráfaga y unos seis disparos.

Hacia las 11:00 p.m. el inspector de Policía del municipio de San Pablo, departamento de Nariño recibió una llamada del ejército nacional en la que le exigían su presencia en el punto conocido como La Cuchilla para llevar a cabo el levantamiento de los cadáveres de dos guerrilleros que habían muerto en combate.

* Viernes 7 de abril, a las 2:30 a.m. aproximadamente unidades militares trasladaron los cuerpos sin vida de WALTER ALBERTO IMBACHI GUACA y ROMULO NOGUERA al hospital San Carlos Empresa Social del Estado de San Pablo en el departamento de Nariño.

Los militares dieron la orden de no dejar ver los cadáveres a nadie.

La Secretaria de Gobierno de San Pablo realizó un acta de levantamiento de los cadáveres en la que no se da cuenta de los visibles signos de tortura de las víctimas.

* Sábado 8 de abril, familiares de las victimas, LUZ MARY BUITRON BOLAÑOS y ANA GRACIELA ORDOÑEZ SILVA esposas de los asesinados ROMULO NOGUERA y WALTER ALBERTO IMBACHI GUACA interpusieron denuncia ante la personería municipal de San Pan Pablo y ante la Personería municipal de Bolívar, Cauca por los crímenes de sus dos compañeros

Nuestra Censura Moral ante los responsables de crímenes cometidos en desarrollo de la política de seguridad. Las actuaciones institucionales de las Fuerzas Militares continúan deslegitimándolos ante los pobladores civiles, que constatan que la presencia de la fuerza pública en sus territorios no genera garantías para su vida e integridad personal. Nuestra Constancia frente a los asesinatos de WALTER Y ROMULO, signo de la reproducción de prácticas que parecían de antaño, pero que hoy continúan siendo un mecanismo recurrente de las actuaciones de las fuerzas militares.

Es lamentable además, que no solo se destruyen vidas humanas si no que se pretende justificar los crímenes ilegales, ilegítimos con montajes pos mortem o con falsas acusaciones de que las victimas eran miembros de las guerrillas. Los crímenes de Estado continúan perpetrándose bajo modalidades encubiertas bajo las cuales pretenden engañar a los eventuales testigos, desviar la atención de los posibles investigadores.

Advertimos que se teme que la decisión de las familias de denunciar los hechos genere reacciones por el estamento militar acostumbrado a evadir sus responsabilidades, a justificar sus crímenes, a eliminar a los testigos o hacer montajes judiciales para desestimar la verdad y transferir a la victimas la responsabilidad de sus actuaciones criminales Los crímenes de Estado persisten en total impunidad a la vista de todo el mundo.

Respetuosamente, solicitamos, al Vice Presidente de la Republica, FRANCISCO SANTOS, informe al Presidente ALVARO URIBE VELEZ, sobre los asesinatos de los campesinos WALTER y ROMULO por unidades militares, solicitando actuar con correctivos inmediatos, como la ha hecho en otros casos con la destitución de los mandos y los responsables, el cambio de todas las unidades militares que operan en Bolívar, la clarificación publica de los hechos y el respeto de todas las autoridades a las familias de las victimas para que nos se vean intimidades, amenazadas y pueden ejercer con garantías el Derecho a la Verdad, a la Justicia, a la Reparación Integral.

De toda consideración y consternados con este crimen de Estado, aguardando con prontitud la verdad y la justicia,

COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ