Amenazas paramilitares – abusos de autoridad

Consejo Comunitario Bajo Naya

“Sus ídolos son plata y oro, hechura de podredumbre; tienen boca y no hablan, tienen ojos y no ven, tienen orejas y no oyen, tienen nariz y no huelen” Salmo 115


Comisión Intereclesial de Justicia y Paz

INFORME EJECUTIVO 7
Consejo Comunitario Bajo Naya

Amenazas paramilitares – abusos de autoridad

“Sus ídolos son plata y oro, hechura de podredumbre; tienen boca y no hablan, tienen ojos y no ven, tienen orejas y no oyen, tienen nariz y no huelen” Salmo 115

RESUMEN

En desarrollo de las políticas de “seguridad democrática” unidades regulares de la Armada Nacional hicieron presencia en el casco urbano de Puerto Merizalde, Bajo Naya, donde se han presentado abusos de autoridad, intimidaciones, amenazas contra pobladores afrodescendientes y personal sanitario o médico.

Los interrogatorios se han realizado en desarrollo de recurrentes acciones de búsqueda de un comandante del XXX frente de las FARC EP, al parecer por la información entregada por ex milicianos de esta agrupación (17-02-04) (15-04-04)

La presencia de la guerrilla de las FARC EP en jurisdicción de Puerto Merizalde se mantiene, sirviendo de pretexto para las actuaciones militares que se han dirigido contra los pobladores afrodescendientes.

La circulación de guerrilleros en el Bajo Naya está siendo usada y manipulada por las estructuras criminales paramilitares como justificación de sus amenazas e intimidaciones a los integrantes del Consejo Comunitario, a sus bienes de movilización. En el casco urbano de Buenaventura, en las bocanas de los diversos afluentes, la presencia de “civiles” armados de la estrategia armada encubierta se mantiene sin que se sepa de actuaciones de efectivos regulares tendientes a proteger la vida e integridad personal de los campesinos . El control sobre la población del Bajo Naya por parte de “civiles” armados de la estrategia paramilitar en los barrios y sitios de embarque y desembarque en Buenaventura es total. Los “civiles” armados se mueven por los barrios amenazando, reteniendo y hurtando a los pobladores de los ríos que habitan en estos sectores populares.

DETALLES

* Viernes 20 de febrero, unidades regulares de la Armada Nacional hicieron presencia en Puerto Merizalde interrogando a varios pobladores sobre la presencia de la guerrilla en el casco urbano y en particular por la presencia del comandante del XXX frente de las FARC-EP.

Dentro de los interrogatorios los miembros de la fuerza pública ingresaron al Hospital de Puerto Merizalde, abordaron al personal médico y sanitario auscultando acerca de la atención dada posiblemente a un guerrillero. “ Usted es un auxiliador de la guerrilla… muéstrenos el historial médico, vamos a revisar los nombres de los pacientes… dónde está el archivo del Hospital…”.

Después de tres días de presencia en el casco urbano, los integrantes de la Armada se trasladaron del lugar. Las operaciones armadas al parecer se originaron por la información recibida a través de un ex integrante de las milicias de las FARC EP que se entregó a la fuerza pública en días anteriores.


° Viernes 02 de abril
, un grupo de “civiles” armados de la estrategia paramilitar retuvieron por más de 15 horas a CENSION ANGULO, poblador del Bajo Naya, propietario de una embarcación que presta el servicio público de transportes de pasajeros en la ruta a Buenaventura.

Los paramilitares llegaron al barrio La Playita, más conocido como Punta Icaco, en el casco urbano de Buenaventura, obligaron a subir a CENSION a un taxi porque el jefe llamado “El Canoso” necesitaba hablar con él” .

Los “civiles” armados acusaron a CENSION de traficar con droga y le exigieron el pago de una vacuna: “necesitamos que pagues impuesto, que nos des nuestra parte o ya sabes a qué a tenerte…”. El afrodescendiente negó las acusaciones en su contra y por tanto no aceptó pagar ninguna cuota.

° Lunes 12 de abril, hacia las 21:00 horas en los alrededores del perímetro urbano de Puerto Merizalde, un grupo de guerrilleros de las FARC EP, hicieron presencia en el lugar, retuvieron a unos pobladores por unos minutos, a quiénes manifestaron a algunos pobladores que solo hasta las 10:30 de la noche era posible que los jóvenes estuvieran en las calles pues se iba a presentar una incursión paramilitar!

° Jueves 15 de abril, al promediar la mañana en Puerto Merizalde unidades de la Armada Nacional hicieron presencia en el casco urbano como en los alrededores del río, preguntando a los pobladores por la presencia guerrillera y por el comandante del 30 frente de las FARC?”.

En horas de la noche, las unidades regulares ordenaron suspender el servicio de energía eléctrica en Puerto Merizalde e ingresaron al Hospital, nuevamente se dirigieron al personal de salud: “¿Dónde está la guerrilla?… ¿Dónde está la guerrilla?… Ustedes atienden guerrilleros… muéstrenos el reporte de entrada de pacientes”.

Al parecer los militares buscaban a una mujer en estado de embarazo o que hubiera dado a luz recientemente a quién consideraban ser la compañera sentimental de un integrante de la guerrilla de las FARC EP. Los miembros de la Fuerza Pública al encontrar una mujer que acababa de dar a luz, la sacaron de la unidad médica junto con su bebé y los llevaron a una embarcación tipo piraña.

Según testimonios de pobladores, un miembro de la Armada expresó: “la dejamos libre porque no tiene nada que ver con la guerrilla, fue una equivocación”.

La presencia de la Armada Nacional se mantuvo en Puerto Merizalde hasta el sábado 17 de abril, cuando salieron con rumbo a Buenaventura.

° Viernes 16 de abril, en horas de la mañana a la altura de la quebrada Paiteña, cerca de la comunidad de San José, en el río Naya, unidades de la Armada Nacional mientras solicitaron el documento de identidad de un afrodescendiente, además de preguntar por la presencia de la guerrilla y del Comandante del XXX Frente de las FARC EP, lo acusaron de llevar material explosivo, al negarse a aceptar dicha acusación, luego le ofrecieron dinero por la información y le dijeron: “dígale a la guerrilla que estamos por acá, que no se escondan”.

° Lunes 03 de mayo, en horas de la mañana arribó al sitio conocido como Punta Icaco en el barrio La Playita de Buenaventura, la embarcación de servicio público proveniente del Bajo Naya, propiedad de CENSION ANGULO. En el lugar, cuatro “civiles” armados de la estrategia paramilitar que se encontraban en el sitio se dirigieron a los ayudantes de CENSION preguntando por su paradero.

Minutos después se dirigieron a la casa de CENSION, a donde ingresaron por la fuerza, amenazaron al mayor adulto que allí se encontraba, sustrajeron un motor fuera de borda. Pocos minutos después arribó un vehículo con aproximadamente veinte paramilitares a bordo, uno subieron el motor 0.40 al vehículo, mientras otros se trasladaron hacia otra residencia. Allí ingresaron a la fuerza y hurtaron otro motor fuera de borda 0.40, junto con los papeles de propiedad. Los paramilitares agregaron: “Nos llevamos este motor para hacer una vuelta que tenemos pendiente y después nos vemos”.

° Martes 04 de mayo, “civiles” armados de la estrategia paramilitar se dirigieron a un poblador afrodescendiente en el barrio La Playita, preguntando por el bote del consejo comunitario del Bajo Naya, advirtiéndole: “dígale a esa gente del Bajo Naya que no estén andando en la lancha del Consejo Comunitario, nosotros no respondemos por lo que pueda pasar… en esa embarcación lo que se mueven son guerrilleros… a penas salga ese bote nosotros lo quitamos, les quitamos también el motor y no respondemos por lo que pase con los que ahí viajen, ya están avisados”

LINEAS DE INTERPRETACION

Desde la masacre del Alto Naya que culminó con el asesinato de una afrodescendiente de La Concepción y el desplazamiento de todos los habitantes del bajo Naya que se concentraron en San Francisco, Puerto Merizalde y Buenaventura en abril de 2001; de su posterior retorno, sin condiciones de garantías como lo contempla la ley 387, los principios Rectores Deng, se ha evidenciado la consolidación de las estructuras criminales de tipo paramilitar en el pacífico y en el casco urbano de Buenaventura.

Las actuaciones militares de efectivos regulares se han desplegado en relación con los pobladores afrodescendientes o el personal médico no contra los blancos militares legítimos. La comprensión de lo civil como ligado a actuaciones guerrilleras se expresa en los abusos de autoridad, mientras que las estructuras paramilitares continúan actuando libremente sin ningún tipo de actuación policial o militar, que les reprima. Las amenazas paramilitares contra los bienes de movilidad de los integrantes del Consejo Comunitario del Bajo Naya son la expresión de la ausencia de garantías a la vida, a la integridad personal y el derecho a la existencia de los afrodescendientes.

La Defensoría del Pueblo lograda como mecanismo de presencia institucional preventiva otorgada en virtud de las medidas cautelares que cobija a los pobladores afrodescendientes del bajo Naya, ausente desde hace más de seis meses, genera una mayor vulnerabilidad, al que se une la inexistente implementación del sistema de comunicación que posibilite la activación de la alerta temprana.

La dilatación en la Resolución que reconoce la titularidad del territorio de las comunidades afrodescendientes por parte del INCODER, institución dependiente del Ministerio de Agricultura es un factor de riesgo que hace vulnerable el retorno y la vida de los afrodescendientes, y es un incumplimiento a las mismas medidas cautelares. La extracción de recursos naturales maderables de modo mecanizado, la siembra de coca por pobladores ajenos del territorio sobre las bocanas del río Naya se facilita debido a los obstáculos en la entrega del título colectivo.

Nada de lo que hoy sucede como mecanismos de control y de represión sobre los afrodescendientes se estaría dando si la impunidad en que se encuentra el desplazamiento forzoso, los asesinatos cometidos hubieran sido sancionados. La impunidad posibilita la repetición de las amenazas de muerte, los abusos de autoridad, al que se suma la negación en el reconocimiento en la titularidad del territorio colectivo.

Bogotá, D.C , Mayo 15 de 2004
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ