Alcides Jimenez

Sacerdote, Defensor de Derechos Humanos de Puerto Caicedo – Putumayo

Asesinado 8 de septiembre de 1.998

Memoria y Justicia

Al lado de la gente que acompañó, con quiénes construyeron sueños de economía solidaria, alternativas de vida digna murió asesinado el sacerdote Alcides Castrillón. Dos sicarios ingresaron al templo de Puerto Caicedo, donde celebraba la eucaristía, sin mediar palabras los hombres se le acercaron y le dispararon en varias ocasiones.


Los criminales huyeron luego entre el pánico y el terror de los creyentes mientras la sangre de Alcides se mezclaba entre el vino sagrado, el llanto y los gritos de indignidad de los participantes en esa, que sin saber nadie, fue su última misa, su legado de solidaridad para el Putumayo. Su afirmación de un proyecto de vida con las comunidades autónomo, participativo le costó la vida, en un escenario sagrado, que hace remembranza de Monseñor Arnulfo Romero.
Este crimen sigue en la impunidad, seis años después. . Seis años que no han pasado en vano. En su memoria y la de muchos que con él construyeron propuestas alternativas de economía y de defensa de los derechos humanos, algunos de los cuales, asumieron las mismas consecuencias por su opción, hoy se sigue labrando un ejercicio de resistencia civil. Asociaciones de Campesinos productores continúan en medio de la guerra haciendo memoria de esas semillas, reconstruyendo los sueños que con Alcides imaginaron y realizaron. Impunidad si, pero resistencia desde la memoria.


Bogotá, D.C 8 de septiembre de 2004

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz