Abusos militares

Efectivos de la brigada 17 desde ayer dañaron siembras de pan coger e ingresaron a Zona Humanitaria de Nueva Esperanza.

Los regulares en horas de la tarde desconociendo la propiedad privada humanitaria ocuparon la Zona Humanitaria. La reacción y exigencia de respeto a lugar fue desacatada por cerca de 15 minutos por los efectivos regulares.


Entre los regulares se identificó al cabo Anaya.

Los integrantes de los consejos comunitarios indicaron que la Zona de Biodiversidad de la familia Sierra ha sufrido afecciones directas por los efectivos regulares.

Los daños causados al espacio de protección ambiental desconocen derechos fundamentales de las comunidades.

Sin consentimiento de sus habitantes y los propietarios legitimos de la Zona de Biodiversidad, los militares pretenden al parecer allí un helipuerto.

Los abusos de los efectivos de militares del batallón de Selva 54 con base en Llano Rico, Curvaradó, son crecientes.

La instalación de la sede del batallón de Selva No 54 de la brigada 17 del ejército en Llano Rico, no se consultó con las comunidades y se instaló en áreas usurpadas a las comunidades por el empresario bebeficiario del paramilitarismo Darío Montoya.

Las actuaciones abusivas contra los derechos territoriales de las comunidades se han extendido al Jiguamiandó.

Bogotá, D.C. Agosto 10 de 2013

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz