CAÑO SIBAO, departamento del Meta

19 años de Impunidad

Memoria y Justicia


JOSÉ ARCESIO RODRÍGUEZ HURTADO,

ANA BELÉN DE RODRÍGUEZ, esposa de José Arcesio

LUZ DARY RODRÍGUEZ de 10 años, hija de José Arcesio y Ana Belén.

JHON YORLEY RODRÍGUEZ de 5 años, hijo de José Arcesio y Ana Belén

HERNANDO DE JESÚS GÓMEZ RESTREPO,

GLADYS NIÑO DE GÓMEZ, esposa de Hernando de Jesús

NEFTALÍ QUIMBAYA MALAGON,

SOLEDAD DEL CARMÉN CÁRDENAS GIL, esposa de Neftalí

WILSON ALEXIS QUIMBAYA SOLÓRZANO, de 5 años nieto de Neftalí y Soledad

LUIS ALBERTO DURÁN MARTINEZ, hijo de un concejal de El Castillo

ADRIANA ÁVILA ALFARO,

SANDRA ÁVILA ALFARO, hermana de la anterior, auxiliar de enfermería

HILMER DE JESUS PATIÑO ARIAS, conductor del vehículo

LILÍ VALENCIA GÓMEZ,

JAIRO DURÁN BARRETO,

LEONOR ORTIZ CERVERA,

ADÁN AFANADOR NIETO

19 años de Impunidad

Memoria y Justicia
Hace 19 años, un domingo 3 de Julio de 1988, un grupo de 18 pobladores de El Castillo salieron en un vehículo de servicio público hacia Villavicencio, a los pocos minutos en el sitio conocido como CAÑO SIBAO, en la vía que comunica los municipios de El Castillo y Granada en el departamento del Meta, un grupo de “civiles” armados de la estrategia militar encubierta bombardearon el vehículo, le lanzaron varias granadas y dispararon en repetidas ocasiones asesinando a 17 campesinos, entre hombres, mujeres y niños, sobreviviendo tan solo una niña de 8 años de edad.

En el libro “Ceder es más terrible que la muerte”, Josué Giraldo testimonió: “Los sicarios se informaron que él (el alcalde electo Manuel Salvador Mazo Correa) salía en ese carro y llamaron a Granada para describirle al grupo paramilitar el carro en el que viajaba el alcalde. Por razones de su trabajo éste no pudo tomar el campero que había anunciado, sino que se fue en el siguiente. Cuando el primer carro llegó a Caño Sibao lo bombardearon, le lanzaron granadas y fusilaron a sus ocupantes. (…) la masacre era un operativo coordinado con el ejército y se evidenció cuando a los cinco minutos de los hechos, el comandante de la VII Brigada, Harold Bedoya Pizarro, produjo un comunicado atribuyéndole la matanza al XXVI frente de las FARC, con el objetivo de encubrir a los verdaderos autores y desprestigiar a la guerrilla”.

Uno de los miembros de la estructura criminal que ejecutó el hecho, fue reconocido por los pobladores como Wilson Quimbaya, y contribuyó, sin saberlo, en la muerte de sus padres, Neftalí Quimbaya y Soledad del Carmen Cárdenas, y su hijo de 5 años. Wilson Elexis.

El 3 de abril de 1989, se entrega al DAS uno de los paramilitares que participó en la masacre, William Góngora Sierra. Al siguiente día capturan en Bogotá a Camilo Zamora Guzmán alias “Travolta”. Ambos confesaron ser parte de la estructura paramilitar dirigida y financiada por Víctor Carranza Niño, ambos reconocieron su participación no solo en la masacre de Caño Sibao sino en decenas de asesinatos y desapariciones forzadas contra simpatizantes, militantes y dirigentes de la Unión Patriótica. Los dos paramilitares también revelaron la connivencia y aquiescencia de funcionarios de organismos de seguridad del Estado, algunos de los nombrados en la declaración de Camilo Zamora son: “un coronel de apellido Rodríguez, de la VII Brigada, un sargento de apellido Martínez, del B-2, un mayor de apellido Aldana de Melgar, de la Brigada X, un Capitán Castillo de Bogotá a quien Carranza le pago diecisiete millones de pesos para sacar cuarenta salvoconductos de treinta y seis pistolas nueve milímetros y cuatro ametralladoras UZI…”

En las investigaciones posteriores a la masacre, se pudo establecer que entre los autores se encontraban: “Arnulfo Castillo o Hermes N. alias “Rasguño” (Teniente retirado del Ejército), “Puntillón”, los hermanos Silva, paramilitares de El Dorado, que luego de la masacre se refugiaron en el Batallón XXI Vargas en Granada”.

Víctor Carranza Niño, “fue acusado de la masacre de Caño Sibao (1988) y de 18 procesos más y la Fiscalía lo detuvo. Fue juzgado, pero al final salió exonerado con el argumento de que tales crímenes –sentenció la Juez Cuarta de Villavicencio, “eran imposibles de cometer por algún ser humano”. Se le acusaba también de dirigir en la región el genocidio de la UP en colaboración con altos mandos militares como el general Gil Colorado”.

A pesar de la evidencia probatoria lograda, el 18 de mayo de 1990, la Juez Cuarta de Orden Público, Marcela Fernández Carvajal, falló absolviendo a la totalidad de los implicados, tanto a quienes estaban detenidos como a quienes habían sido declarados reos ausentes. La Juez fundamentó la absolución afirmando: “ningún otro camino le queda a esta oficina judicial, que declarar la imposibilidad de la administración de justicia de encontrar a los responsables de todos y cada uno de tos hechos que acumulados se investigaron en estos procesos, pues pese al agotador recaudo probatorio, no se pudo aportar la prueba necesaria que demuestre. con certeza plena, la autoría o participación criminal de ninguno cualquiera de los procesados vinculados, ni siquiera del señor CAMILO ZAMORA GUZMAN, quien confesó su participación en alguno de estos hechos, porque habrá de decirse que si su versión no se puede tener como testimonio de cargo en contra de los demás imputados o señalados, tampoco lo será en contra suya: así que nos hallamos al frente de esa indestructible duda que consagra el principio universal del in dubio pro reo y ante el cúmulo de dudas que surgen sobre la responsabilidad de los acusados, se habrá de resolver a su favor, produciéndose entonces sentencia absolutoria en su favor”. La decisión absolutoria fue posteriormente confirmada por la Corte Suprema de Justicia.

Han pasado 19 años de total impunidad, no solo se absolvió a los sindicados sino que nunca se investigo a los militares que por acción u omisión participaron en la masacre de los 17 campesinos en Caño Sibao. Los 19 años de impunidad de este crimen garantizó que se repitieran estos hechos una y otra vez en el municipio El Castillo. En el mismo lugar cuatro años después se cometió otra masacre por las mismas estructuras criminales, el asesinato de María Mercedes Méndez, William Ocampo, Rosa Peña, Armando Sandoval y Ernesto Sarralde y decenas de campesinos y militantes de la Unión Patriótica en este municipio. Por ello,

JOSÉ ARCESIO, ANA BELÉN, LUZ DARY, JHON YORLEY, HERNANDO DE JESÚS, GLADYS, NEFTALÍ, SOLEDAD DEL CARMÉN, WILSON ALEXIS, LUIS ALBERTO, ADRIANA, SANDRA, HILMER DE JESUS, LILÍ, JAIRO, LEONOR, ADÁN… En la Memoria

JOSÉ ARCESIO, ANA BELÉN, LUZ DARY, JHON YORLEY, HERNANDO DE JESÚS, GLADYS, NEFTALÍ, SOLEDAD DEL CARMÉN, WILSON ALEXIS, LUIS ALBERTO, ADRIANA, SANDRA, HILMER DE JESUS, LILÍ, JAIRO, LEONOR, ADÁN… SIN OLVIDO

Bogotá, D.C., 03 de julio de 2007

COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ